Todos recordamos a algún profesor de la época en la que asistíamos a la escuela de pequeños. Esa persona logró conectar con nosotros y motivarnos para que las matemáticas, la literatura o la lengua nos resultaran atractivas. La motivación es lo que nos mueve a hacer actividades. Cuando estamos motivados tenemos voluntad de hacer algo y capacidad de perseverar para lograr un resultado. En el campo del aprendizaje la motivación del alumnado es el interés que tienen los alumnos y alumnas por lo que se les enseña en la escuela. En este post, queremos que descubras la importancia de la motivación en el aula y cómo fomentarla.
La falta de motivación es
señalada como una de las causas primeras del deterioro y uno de los problemas
más graves del aprendizaje, sobre todo en educación formal. Numerosas
investigaciones realizadas han mostrado la importancia de la motivación en el
aprendizaje, sin motivación no hay aprendizaje (Huertas, 1997; Pozo, 1999;
Míguez, 2001).
Tanto teóricos del aprendizaje
como profesores están de acuerdo en que los estudiantes motivados aprenden con
mayor rapidez, y más eficazmente, que los estudiantes que no están motivados. La motivación debe ser considerada
tanto al inicio como durante el desarrollo de los cursos, la falta de
consideración de la motivación intrínseca sostenida puede convertirse en un
obstáculo para el buen desarrollo de la acción didáctica, es imprescindible motivar
a quién quiere aprender. En los contextos educativos se distingue entre
individuos con orientaciones intrínsecas o extrínsecas (Míguez, M., 2006) (Fig.
1):
¿QUÉ ES LA MOTIVACIÓN?
La motivación es la fuerza que
nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados cuando tenemos la voluntad
de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese
algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos
hayamos propuesto. La motivación en el aprendizaje es el interés que tiene el
alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él. El
interés se puede adquirir, mantener o aumentar en función de aquellos elementos
intrínsecos y extrínsecos anteriormente nombrados. Hay que distinguirlo de lo que
tradicionalmente se ha venido llamando en las aulas motivación, que no es más
que lo que el profesor hace para que los alumnos se motiven. (Matínez –
Salanova, E., Pedro Ovalle, citado por Mora (2007), nos recuerda que se usa la
expresión motivación como el elemento clave que impulsa al ser humano a tomar
una acción para dirigirse a un determinado lugar o a asumir una posición con
respecto a una situación nueva. Ahora bien, este aspecto es decisivo en
cualquier actividad que desarrolla el ser humano, razón por la cual es
necesario tenerlo en cuenta en el proceso de aprendizaje. Ovalle hace la
pregunta: ¿cómo llegar a permear los niveles de motivación del estudiante? Esto
se puede lograr, conociendo muy bien el tema a tratar, enseñando con el
ejemplo, respetando al estudiante, proporcionando habilidades para resolver
problemas, instrumentando la participación, construyendo mecanismos de
evaluación válidos, mostrando entusiasmo en la labor y enseñando a través de
preguntas.
Tipos de motivación
Antes de explicar los distintos
tipos de motivación debemos comentar que éstos se basan en los factores
internos y externos que engloban al alumno.
· Motivación relacionada con la tarea, o
intrínseca: la asignatura que en ese momento se está estudiando despierta el
interés. El alumno se ve reforzado cuando comienza a dominar el objeto de
estudio.
· Motivación relacionada con el yo, con la
autoestima: al intentar aprender y conseguirlo vamos formándonos una idea
positiva de nosotros mismos, que nos ayudará a continuar con nuestros
aprendizajes. Las experiencias que tienen los alumnos van formando poco a poco
el autoconcepto y la autoestima. Es el deseo constante de superación, guiado
siempre por un espíritu positivo.
· Motivación centrada en la valoración social: la
aceptación y aprobación que se recibe por parte de las personas que el alumno
considera superiores a él. La motivación social manifiesta en parte una
relación de dependencia hacia esas personas.
· Motivación que apunta al logro de recompensas
externas: en este caso estamos hablando de los premios, regalos que se reciben
cuando se han conseguido los resultados esperados
3. RAZONES DE LOS ALUMNOS Y ALUMNAS PARA TRABAJAR EN CLASE
Como ya hemos dicho, cada
alumno/a es un mundo y no todos persiguen las mismas metas.
1. DESEO DE DOMINIO Y EXPERIENCIA DE LA COMPETENCIA
Cuando el profesor se encuentra
con alumnos que manifiestan este tipo de motivaciones, es fácil inferir que se
trata de personas inteligentes. La pregunta que deberían hacerse los profesores
es qué características debería tener la actividad docente a fin de que los
alumnos comprendan que lo que está en juego realmente es la adquisición de
competencias y no otra cosa.
2. DESEO DE APRENDER ALGO ÚTIL
El no saber de modo preciso para
qué puede servir lo que se estudia puede resultar desmotivante incluso para
aquellos alumnos que buscan aprender o adquirir comptencias, pues se considera
mejor ser competente en algo que resulta útil, que en algo que no se sabe para
qué sirve.
3. DESEO DE CONSEGUIR RECOMPENSAS
A menudo se piensa que lo que
motiva a los alumnos no es el aprendizaje sino lo que podemos conseguir con él. Y si bien es cierto que
facilita el que los alumnos lleguen a interesarse más por la tara que por la
recompensa, cuando el nivel inicial de interés es muy bajo o cuando es
necesario alcanzarcierto nivel elemental de destreza para disfrutar con su
realización, esta motivación puede ser útil. En este sentido, el elogio
constituye una recompensa social al esfuerzo y tiene un efecto positivo sobre
las motivaciones intrínsecas, al mismo tiempo, el elogio puede tener un valor
informativo. En otras condiciones, las
recompensas pueden tener efectos no deseados, en tanto que un elogio puede
ser considerado una forma de control.
Por otra parte, si la recompensa fuera algo tangible, puede generar un efecto
negativo de modo que los alumnos sólo trabajen por ella
4. NECESIDAD DE LA SEGURIDAD QUE DA EL APROBADO
La necesidad de conseguir una
meta extrínseca al propio aprendizaje estimula un esfuerzo que tiende a afectar
los resultados visibles más que al aprendizaje, considerando que éste no
implica tanto memorizar como aprender.
5. NECESIDAD DE PRESERVAR LA AUTOESTIMA
El miedo al ridículo, a perder la
estima personal frente a los demás, produce una inhibición de la tendencia
espontánea a pedir aclaraciones cuando no se sabe, con perjuicios obvios en el
aprendizaje. Así mismo, una preocupación excesiva por la estima personal, puede
llevar a un alumno a priorizar formas de estudio inadecuadas para el
aprendizaje en profundidad. Pero la preocupación por la estima también puede
generar efectos positivos, se ha observado por ejemplo que ante el fracaso, los
alumnos que habían desaprobado, tendían a aprobar en la segunda oportunidad
cuanto mayor era su preocupación por “quedar bien”.
6. NECESIDAD DE AUTONOMÍA Y CONTROL DE LA PROPIA CONDUCTA
La preocupación por actuar de
forma autónoma puede tener consecuencias positivas en lo que refiere al trabajo
escolar. Pero para que se produzca la experiencia de autonomía y control
personal es necesario:
1. Que el alumno perciba que
poseer las competencias cuya adquisición es el objetivo de trabajo escolar,
facilita la posibilidad de elegir.
2. Que el alumno perciba que el
trabajo escolar lleva de hecho el ejercicio y la adquisición de competencias.
Si solo se percibe lo primero y no lo segundo, los alumnos no vivirán el
trabajo escolar como algo que merece ser vivido como propio y lo rechazarán. Lo
que se plantea a los profesores es que muestren el trabajo escolar como una
actividad liberadora y potenciadora de la autonomía personal y no como una
actividad impuesta que solo beneficie a otros.
7. NECESIDAD DE LA ACEPTACIÓN PERSONAL INCONDICIONAL
Teniendo en cuenta el modo en que
la percepción de aceptación personal afecta a la motivación y teniendo en
cuenta que existen numerosos comportamientos específicos a través de los que se
puede transmitir que aceptamos a una persona, si se desea que los alumnos
perciban esta aceptación, es necesario que los profesores revisemos no solo
nuestras pautas específicas de actuación docente, sino las pautas generales de
interacción verbal y no verbal con las que comunicamos a nuestros alumnos y
alumnas la aceptación incondicional que de ellos tenemos y nuestro interés en
su progreso personal.
Bibliografía:
https://www.educo.org/Blog/Como-mantener-la-motivacion-en-el aula#:~:text=Razones%20de%20los%20alumnos%20y%20alumnas%20para%20aprender&text=Fomentar%20la%20responsabilidad%20del%20alumnado,Impulsar%20el%20trabajo%20en%20equipo.















